Una de las cosas más curiosas de la Sierra es, como en todos los lugares con influencia islámica, una gran fuente de leyendas y cuentos. Y aquí os traigo dos de ellos:
LA ESCOBA DEL DIABLO
Se cuenta que en una época remota existió un castillo en la Alpujarra, en la que habitaban un hombre rico y su hija, a la cual guardaba como si se tratara de un preciado tesoro. Cuando la hija cumplio 20 años, fue prometida con un señor de la comarca, igual de rico que él. Pero él no se había dado cuenta de que ella se había enamorado de un pastor, siendo correspondida. Cuando se supo la noticia, los amantes decidieron escapar, y morir si fuera necesario. Cayó la noche y el pastor se dirigió en busca de su amada. En el camino un hombre dijo ser el diablo y prestarle ayuda, le proporcionó una escoba capaz de barrer la nieve por sí sola. Escoba en mano, los amantes huyeron hasta llegar al pico Alcazaba, lugar en el que la escoba comenzó a barrer sola y provocó un alud, sepultando a quienes les seguían. La escoba quedo allí olvidada y hoy en día sigue barriendo nieve y provocando aludes .
LAGUNA DE VACARES
Donde hoy en día se halla la Laguna de Vacares, hace mucho tiempo existió un jardín muy hermoso, al que habitualmente acudía una bella princesa al encuentro de su amante. Un influyente príncipe moro que también la amaba pero sin ser correspondido. Un día cansado de ser rechazado y cegado de celos y quiso vengarse asesinando a su rival. Una noche, mientras los amantes estaban reunidos, consumó su venganza cortándole la cabeza al joven , que se convirtió en una piedra negra aún visible sobre uno de los márgenes de la laguna. Ante esta visión, la princesa subió a una peña, empezó a llorar hasta cubrir el jardín con las lágrimas. Trás ello se convirtió ella también en una roca. Se dice también en una roca. Se dice también que en ocasiones se escuchan terribles gemidos del moro, procedentes del fondo de la laguna.
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